Cómo seguir una dieta cuando debes trabajar en una oficina
Ponernos a dieta de por sí no es tarea fácil y si a esto le sumamos que muchas veces por razones laborales no estamos en casa a la hora de las comidas principales, es todo un tema. Pero no es una excusa para abandonar la dieta. Toma nota de estos tips.
Para hacer una dieta es importante que sí o sí podamos hacer todas las comidas necesarias. Si salteas algunas de ellas puedes generar que horas más tardes el hambre sea voraz y no lo puedas calmar con anda. Por eso es que hay que buscar las opciones más accesibles para que dentro de la oficina puedas hacer estas comidas sin molestar a nadie pero manteniendo la regla de la dieta.
En tu trabajo es uno de tus derechos poder tomarte aunque sea media hora para comer así que utiliza ese tiempo justamente para poder alimentarte bien y sano sin la necesidad de comer comida chatarra que te hará daño a tu salud.
Lo ideal es que no comas en tu escritorio, porque es así como devoras el almuerzo, no lo digieres bien. Ve al comedor de la oficina o a una plaza para comer tranquila y disfrutar de la comida. Tienes que masticar despacio cada bocado para asimilar de forma correcta los alimentos y así tener una buena digestión.
En caso de que tu jornada laboral te lo permita, tómate algunos recreos a media mañana o media tarde para comerte una fruta, o lleva frutos secos, galletas de maíz o arroz, trocitos de queso magro, barritas de cereales. Cualquiera de estos alimentos son eficaces a la hora de mitigar el hambre, para llegar con menos apetito al almuerzo o la cena.
Trata de mantenerte alejada de la máquina expendedora de refrescos o de snacks, porque te verás tentada a consumir cualquiera de esos productos que luego añadirán calorías a tu organismo y nunca llegarás a perder el peso que estás buscando.
Trata de planificar bien lo que comerás en la semana para evitar tener que llamar al delivery.
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